Por un camino diferente: Sarajevo
jueves, 23 de noviembre de 2017
Porque continuamente estamos en búsqueda de nuevas experiencias y, en la gran mayoría de casos, esto implica desviarnos de la ruta, tomar un respiro profundo y soltar el mapa. En nuestra nueva serie de blogs queremos considerar aquellos lugares que nos permiten apartarnos de las ciudades más concurridas y sus clichés, para encontrar y descubrir aquellas experiencias y aventuras genuinas que solamente podemos obtener al viajar por el camino menos transitado.
En esta ocasión te invitamos a descubrir la capital de Bosnia: la peculiar ciudad de Sarajevo. Cargada de historia, es el punto de encuentro de las culturas austro-húngara, otomana y yugoslava. Cosmopolita y pintoresca a la vez, algo ya especial, hacen de visitarla una experiencia sorprendente, entretenida y agradable.
Para iniciar tu inmersión en el corazón de la cultura bosnia, ¡hay que empezar por la comida! Comienza tu día con un Börek. Este pastelillo salado es un monumento de la cocina bosnia. Lo encuentras en cada esquina de una buregdžinica, un tipo de pastelería especializada en este tipo de repostería. Cuando entres a una, o a dos o tres porque te has vuelto adicto a estos pastelillos, podrás apreciar lo importantes que son estas tiendas en el día a día de la vida de los locales. Los Böreks están rellenos de carne picada, espinaca o queso, pero ¡pruébalos todos antes de decidir cuál es tu favorito! Tradicionalmente, puedes comerlos con un tipo de bebida de yogurt bosnia pero nosotros te recomendamos probarlos con un café llamado kahva bosanska. El arte de servir este café no pasará desapercibido frente a tus ojos. Después de ordenarlo, en bosnio claro está, recibirás una charola y una taza, bueno si podemos llamarle taza porque el cuidado y el detalle con los que graban estos instrumentos es espectacular. ¡Espera, no te distraigas! Que se enfría el café y créenos, el sabor de la infusión es diferente a lo que estamos acostumbrados.
Si te ha impresionado el trabajo de herrería del equipamiento para beber café, dirígete al distrito otomano de Baščaršija, no te preocupes, a nosotros también nos cuesta mucho pronunciar el nombre. Acá encontrarás interminables tiendas pequeñitas y peculiares, podrás pasar horas perdiéndote en cada mundo diminuto que los dueños han construido en sus locales. Sal a la calle y camina hacia el bazar, déjate guiar por la atmosfera ligera, los olores de los puestos de especias, los colores de las telas, la joyería y los sonidos; todo se reúne en un ensamble espectacular para los sentidos.
photo by Bryan Pocius
Luego de dejar todo tu dinero en el bazar, empieza a caminar hacia Vijećnica, ¡la nueva vieja biblioteca! ¿Cómo así que nueva vieja biblioteca? Vale, es nueva vieja porque el antiguo edificio donde se encontraba fue destruido en 1992 durante el sitio de Sarajevo. La biblioteca fue reconstruida en su totalidad y con el exacto mismo estilo arquitectónico morisco para ser para abrir sus puertas de nuevo en el 2014. Cruza el portal de la biblioteca y de nuevo te encuentras en un ambiente único y diferente. Los colores vivos de las vidrieras, las cúpulas y los arcos te harán creer que te encuentras dentro de una fábula sobre el pasado y la magia del mundo antiguo. Los frescos que conservan también valen la pena un vistazo. En el sótano encontrarás un museo que explica la manera en la que la historia de éste edificio en particular refleja la de la ciudad, el país e inclusive el mundo.
Decimos el mundo porque en Sarajevo ha sucedido un evento que marcó el camino de la historia moderna del planeta. Como ya te habrás recordado, el evento que desató la Primera Guerra Mundial sucedió en esta ciudad. Nos han dicho en nuestras clases de historia que fue el asesinato del archiduque Franz Ferdinand lo que inició el efecto dominó que concluyó en el comienzo de la guerra, pero pocos sabrán que el archiduque sobrevivió un primer intento de asesinato mientras se dirigía hacia la biblioteca Vijećnica. Finalmente, Franz Ferdinand fue asesinado en el puente Latino, que todavía sigue en pie y vale la pena visitar para encontrarte en un lugar históricamente importantísimo.
La ciudad de Sarajevo ha sido marcada muy duramente por la guerra. Hasta hoy en día sigue siendo un tema sensible. Seguramente notarás las Rosas de Sarajevo, las heridas de la ciudad causadas por los disparos y las bombas que cayeron en el concreto ahora rellenas de resina roja para recordar lo sucedido.
La capital se ha recuperado sin duda alguna. Una simple caminata alrededor del centro de la ciudad te mostrará que, aparte de la reconstrucción de su maravillosa arquitectura, la vida cultural en sus calles, cafés, galerías de arte, bares, eventos y bazares son una prueba viva del calor y vitalidad de la cultura bosnia, cuyo encanto te acompañará por mucho tiempo luego de haber visitado su país.
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