Por un camino diferente: el encanto de Tiflis
jueves, 7 de diciembre de 2017
Para cuando París, Berlín o Ámsterdam se sienten un poco forzados y el corazón late con ganas de una aventura, te traemos el destino perfecto. Si buscas un viaje lleno de sorpresas, cosas inesperadas, como tomar vino en botellas de coca cola, y sentirte bienvenido en una ciudad completamente diferente al lugar en donde vives, empieza a empacar y compra tu vuelo a Tiflis. La capital de Georgia es una perla en el mapa, y acá te contaremos las razones por las cuales está en nuestra lista de las ciudades más subvaloradas de Europa y el planeta.
Lejos de ser ordinaria y estructurada, te prometemos que en el momento en el que pongas pie en Tiflis, quedará sorprendido y encantado. Como una de las culturas más viejas del mundo, en Georgia encontrarás practicas y costumbres muy diferentes a las del mundo occidental. Históricamente un punto de encuentro en el Cáucaso, en la ciudad se fusionaron diferentes poblaciones y culturas. Puede sonar a un cliché, pero en Tiflisencuentras influencia de la cultura árabe, otomana, mongola y hasta rusa imperial. Todas han dejado sus marcas distintivas.
Un brindis por la vida.
Una de las leyendas georgianas va de la siguiente manera:
“Cuando Dios distribuía las partes del mundo a las personas de la Tierra. Los georgianos estaban de fiesta, bebiendo y comiendo en abundancia. Como resultado, llegaron tarde a la reunión y Dios les dijo que toda la tierra ya había sido distribuida. Cuando le explicaron a Dios que habían llegado tarde por haber estado disfrutando de un banquete y brindando en su honor, Dios se regocijó y le dio a los georgianos la parte de la tierra que había guardado para él mismo”
No es casualidad que la importancia de una buena comida y una excelente compañía hayan sido resaltadas en esta conocida historia georgiana. Hay un concepto que lo explica y aclara todo: Supra. Una característica esencial de la vida social e identidad georgiana, un supra es un evento especial que reúne a un grupo de amigos o familiares alrededor de un banquete preparado en casa. Las invitaciones a este tipo de eventos siempre son informales y de voz en voz. El festín tiene diversas prácticas en sí mismo, entre ellas el momento en el que el Tamada (un tipo de maestro de ceremonias) es electo entre los asistentes y debe preparar y realizar un brindis. Por lo que, el o la Tamda es, generalmente, una persona muy carismática dentro del grupo. No se debe tomar absolutamente nada hasta que el discurso del brindis se haya llevado a cabo. Así mismo, solamente puedes brindar con vodka o vino, nunca con bebidas gaseosas. A menos que estés embarazada o no tengas permiso del doctor para beber.
El barrio Viejo Tiflis, corazón de la capital, es el escenario perfecto para un Supra. Si consigues que un local te invite. Por favor toma la oportunidad. En éste barrio donde todo puede pasar, puedes perderte por horas explorando sus peculiares tiendas, cafés y mercados. Sus coloridos edificios se mezclan perfectamente con la vista de las montañas del Cáucaso. Te sentirás abrumado, pero de una buena manera ya que en este vecindario siempre hay una nueva experiencia a la vuelta de la esquina. Entra a cualquier café y pide un trago de Chacha, el aguardiente oficial del país. Destilado de uvas y un poco similar al vino y perfecto para empezar una conversación con los locales.
A pesar de que es muy difícil determinar (si no imposible, lo hemos intentado) el lugar de nacimiento del vino, Georgia sin duda alguna está por delante de Francia e Italia. Descubrimientos arqueológicos recientes han comprobado que personas de la Era de Piedra producían vino en la región, ¡hace más de ocho mil años! Y no, esto no es una hipérbole. No te sorprendas cuando te des cuenta que el vino también es una parte importante en la vida diaria de Tiflis, tanto que hasta puedes caminar hacia el mercado de local y conseguir un poco de vino casero embotellado en viejas botellas de coca cola.
El corazón de los locales
Para escapara del viejo centro de la ciudad y su caos, puedes ir a dar un vuelta por Vera, uno de los barrios más verdes y agradables de la localidad. Con espacios abiertos y naturaleza por todas partes, puedes caminar y relajarte, encontrar un café y pasar el resto de la tarde platicando con georgianos. No hemos exagerado cuando decimos que la vida social en Tiflises muy importante. El mismísimo nombre Tiflis se deriva de la vieja palabra georgiana Tbili que significa “cálido”. Y es precisamente el tipo de corazón que tienen los georgianos. Gracias a su amabilidad, atención y buena voluntad con los viajeros, te aseguramos que son unos expertos en hacerte sentir bienvenido y no como un simple turista más. Ésta es tal vez la mejor razón para visitar la ciudad, la calidez de su gente.
Recomendación: intenta encontrar hospedaje en couchsurfing.com, la mejor manera de experimentar la ciudad.
En Georgia, la hospitalidad de las personas va tan lejos que intentarán pagar tu cuenta en un bar, restaurante o café. Aunque no esperes que un total extraño lo haga, si no le permites a alguien pagar la cuenta, puede que lo tomen como un pequeño insulto. Otro tip de costumbres básicas: evita soplarte la nariz en público, ya que puede ser considerado de muy mala educación. Mantén siempre el contacto visual puesto que si no lo haces
Los Lugares por los cuales has volado hasta Tiflis
Estamos conscientes que hasta ahora no hemos te hemos compartido los lugares exactos que puedes visitar en esta peculiar ciudad. Se nos ha pasado de alto y es realmente porque nos ha sorprendido la facilidad con la que puedes interactuar con la cultura local auténtica. Aún así, acá están los puntos que definitivamente no te puedes perder:
La Catedral de la Santísima Trinidad: se conoce localmente como Sameba y es, probablemente, la iglesia más grande de la ciudad. En tamaño de templos ortodoxos, solamente dos en Rusia le sobrepasan. Es considerablemente nueva, la terminaron en el 2004, por lo que tal vez no tiene mucha historia que contar, pero la arquitectura hace que valga la pena visitarla.
Tomar el teleférico para llegar al parque Mtatsminda: el parque, que está ubicando a una mayor altura que el resto de la ciudad, te proporcionará una vista espectacular de Tiflis (desde el teleférico también, claro está). Con un montón de restaurantes y cafés y siendo el punto más alto de la ciudad, acá te puedes sumergir, durante toda una tarde, en la cultura y cocina local. Realmente lo recomendamos.
¡Tiflis, cómo cuesta parar de hablar de ella! Vino, chacha, vodka, el paisaje, la comida y, especialmente la calidez de su gente, hace que queramos volver lo más pronto posible. Es realmente una ciudad que extrañarás al día siguiente que regreses a tu casa.
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