¿Miedo a volar? Estos son nuestros mejores consejos para que puedas disfrutar de tu vuelo

Según algunas estimaciones, la aviofobia, que es un diagnóstico clínico de miedo a volar, sólo afecta a un 2,5% de la población. Sin embargo, la sensación de ansiedad generalizada por volar está mucho más extendida. A algunos viajeros les preocupa pasar demasiado tiempo en un espacio cerrado, otros tienen miedo a las alturas y un pequeño porcentaje teme abrir involuntariamente la puerta del avión en pleno vuelo. Además, a algunos pasajeros les preocupan los virus y los gérmenes, mientras que a otros sólo les preocupa que puedan experimentar ansiedad durante el viaje.

Cada persona que tiene miedo a volar puede tener una experiencia completamente diferente, que va desde los miedos racionales a los irracionales. Aunque sería maravilloso que todos los pasajeros tuvieran una experiencia de vuelo positiva, podría ser demasiado difícil hacer una promesa tan audaz. No obstante, queremos hacer todo lo posible para apoyar a los viajeros en este caso, por lo que hemos elaborado una lista de consejos que deberían ayudar a reducir en cierta medida el miedo a volar.

Desmentir las falsas verdades sobre las turbulencias —  Las turbulencias no son más que patrones de viento irregulares que dan a los aviones un ligero balanceo, muy similar al de conducir por una carretera llena de baches o navegar por mares agitados. Sin embargo, no hay ninguna necesidad de preocuparse: las turbulencias es algo que los aviones están hechos para manejar y minimizar. Puedes encontrar más información sobre ellas en nuestro post: Turbulencias

Investiga los mecanismos de seguridad incorporados en el avión —  Encuentra el consuelo de saber cómo están hechos los aviones para hacer frente a determinadas situaciones. Estar preparado para hacer frente a diversas situaciones es esencial en cualquier escenario de emergencia, por lo que estar tranquilo en este sentido puede ayudarte a mantener la calma. También es beneficioso investigar sobre la circulación del aire en los aviones. Cada tres minutos se bombea aire fresco a la cabina, y el aire reciclado se hace pasar por filtros HEPA para eliminar el 99,9% de los contaminantes, incluidos los gérmenes y los virus.

Profundiza en la historia de los accidentes aéreos — La probabilidad de que tu avión se estrelle es una mísera entre 11 millones. Si se examinan las estadísticas de este tipo de datos, se comprobará que los accidentes de coche y de ser alcanzado por un rayo tienen muchas más probabilidades de ocurrir que un accidente de avión. También hay vídeos de todas las pruebas que deben pasar los aviones antes de recibir el visto bueno para volar. Estas pruebas van desde las pruebas de estrés que demuestran la cantidad de desviación de las alas hasta las pruebas de vuelo extremas que llevan a un avión a sus límites absolutos. Los aviones son bastante resistentes.

Charla con la tripulación de cabina — Pide conocer al piloto del avión si hay tiempo antes del despegue. También puedes tener una pequeña charla con un auxiliar de vuelo. Conocer a las personas que son responsables de tu seguridad puede hacer que el avión resulte más amigable y convencerte de que la tripulación es capaz y está bien informada (lo que sin duda es así). La tripulación de cabina hará sin duda todo lo que esté en su mano para que te sientas seguro y a gusto.

Elige bien tu asiento —  Cuando reservas tu vuelo, la mayoría de las aerolíneas y plataformas de reserva te permiten especificar una asignación de asiento. Si eres claustrofóbico,  pide un asiento en el pasillo, ya que te sentirás menos encerrado por los demás pasajeros y podrás levantarte y maniobrar por la cabina con más facilidad. Además, así es mucho más fácil evitar mirar por la ventanilla si las vistas te incomodan.

Distráete de la mejor manera posible —  las opciones de entretenimiento que puedes llevar contigo variarán en función de la duración de tu vuelo. Los sistemas de entretenimiento a bordo con minijuegos, música, películas y otros elementos son habituales en los aviones. También puedes llevar sudokus o crucigramas, descargar alguna serie de televisión de Netflix o vídeos de YouTube que te interesen, o acurrucarte con un buen libro. Asegúrate de llevar suficiente entretenimiento para mantenerte ocupado durante la duración del vuelo y para mantenerte ocupado después de la hora de apagar los aparatos electrónicos.

Piensa en positivo —  ¿Cuál es tu destino? ¿A quién vas a ver allí y cuáles son tus planes? Tal vez vayas a tomar las tan esperadas vacaciones de tus sueños o a reunirte con tu familia y amigos tras una larga separación. Deberías ser capaz de ver que el vuelo es insignificante en relación con las recompensas si puedes mirar más allá del vuelo y hacia adelante, hacia lo que estás anticipando.

Contacta con un terapeuta —  ¿Cómo saber cuándo es el momento de programar una cita con un especialista? Un terapeuta o consejero cualificado puede ayudarte a entender las causas de tu miedo y cómo superarlo si tienes problemas para dormir, te sientes mal por la ansiedad o evitas viajar a costa de tu comodidad o la de los demás.

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Esperamos que después de leer los consejos que te hemos dado, estés un poco menos ansioso ante tu próximo vuelo. Uno de los métodos más eficaces para superar una fobia es la terapia de exposición, mientras que evitar las situaciones que la provocan la empeora. Si puedes, coge ese vuelo, sal de tu zona de confort y, ¡explora una nueva perspectiva a la hora de volar!